Antes de empezar me disculpo por no haber publicado el post “journal” antes. La inspiración simplemente no me llegaba, no había nada interesante que contar y pues que flojera escribir algo con lo que no me siento feliz…y pues ahora que se acabo el fin de semana sí que tengo cosas para decir, así como un poquito pendejas pero que más da.
Este fin de semana fue la boda de mi primo segundo (de parte de mamá) y pasa, sucede y acontece que la boda se celebraba en Villa de Leyva; ese pequeño, colonial y adorable municipio de Boyacá al que hace años no volvía. Y pos pongamos un mapa porque…pues porque sí:
![]() |
| Click en la foto para verlo mejor, porque el tamaño que se puede poner aquí es un poco decepcionante. |
Pa’ llegar a donde está esa A nos tenemos que ir en carro desde el punto donde dice Bogotá.
Eso significa: Levantarse a las 4:00am, más o menos, y subirse al carro para quedarse ahí unas tres horas mientras tu abuelo va manejando, sin estar muy seguro de cual es la ruta. Ah, claro…vas al lado de tus hermanos, que son un amor de personitas (Ehem, no!).
Pero la verdad es que los viajes por carretera me fascinan, y no me molesta para nada estar en el carro, al lado de mis hermanos, unas 3 ó 5 horas mientras llegamos a-donde-sea que tengamos que llegar. Es rico.
El problema es cuando estamos saliendo de Bogotá y veo…
¡UN ZAPATO EN MEDIO DE LA CALLE!
WTF? Qué es eso? Cómo llegó allí? Para rematar, no era un zapato bonito.
FO!
…Así supe que, definitivamente, estábamos en una carretera Colombiana. Pero bueno, lo superé como a los 15 minutos. Empecé a ver bastantes montañas y mucho verde mientras viajábamos, y la música de mi iPod me hace entrar en un tipo de trance psicodélico. Solo digamos que me imagino bailando en la montaña toda fluffy al ritmo de la música.
…yo sé que suena patético y como si me la hubiera fumado verde pero bueno…
El caso es que estaba muy feliz escuchando mi música, olvidando casi por completo lo del mugroso zapato cuando veo un montón de chulos (especie de pájaro especialmente horrible) posados en unos palos de madera que marcaban el límite con la calle y el campo. Parecían esos cuervos de la era del hielo II.
![]() |
| Es chistoso verlos en la película...EN LA PELÍCULA! |
Gaaaaaagh!
Justo cuando me estaba poniendo feliz de lo lindo que se había puesto la vista. Llegan esos chulos y me arruinan la coreo de It’s my life de Bon Jovi que psicodélicamente estaba bailando en mi cabeza.
El resto del viaje fue tranquilo. Nos perdimos un poco en la carretera, pero nada grave. A mitad del camino me dio una rara obsesión con la canción If I never see your face again de Maroon 5 y Rihanna y, qué les puedo decir? Me la repetí como 5 veces y la cantaba hasta que mi mamá se mamó y me calló :P
Justo antes de llegar paramos a desayunar en esos puestos que están a mitad del camino. Unos huevos y pan…meeh, nada interesante por ahí a excepción del gato sospechosamente amistoso que pedía comida como si no hubiera comido hace siglos. Y si no le dabas algo de comer, el bendito gato te maullaba y se ponía bravo!
Que cretino.
Llegamos a la finca de mis tíos como a las 11:00am, y ya todos los demás habían llegado. No llegamos tarde, los otros llegaron temprano. Conocí a mi prima Ellie; la segunda hija de Andrea, la prima de mi mamá, osease mi prima segunda, lo que hace a Ellie mi…prima tercera? (huh?) Si alguien sabe como sería eso y me lo dice se lo agradezco.
Andrea vive en los Inuted Estates y por eso la vemos muy poco. Ellie apenas tiene un año y es una hermosura de bebé!
Nunca se han preguntado por qué cuando vemos algo adorable como Ellie nos portamos como tarados y empezamos a hablar como retrasados???
Yo, por mi parte, estoy segura de que todos los bebés se preguntan por qué coños les hablamos como tarupidos. A todos los bebés del mundo les digo: simplemente es inevitable.
Después de saludar a todos nos fuimos al hotel a prepararnos para la boda y compramos el pastel de cumpleaños de mi hermana (estaba de cumpleaños ese día, uy). Yo creo que mi hermana es la única que dice “los pasteles de chocolate no me gustan” y pide el pastel de tres chocolates en la pastelería.
Osea, que rayos? No le gusta el pastel de chocolate pero pide el pastel de tres chocolates?
Ay, ay, ay.
A mi tampoco me gusta el pastel de chocolate, pero no dije nada porque al fin y al cabo es su cumpleaños, su día, su pastel. Haga lo que se le de la gana. Pero mi mamá le preguntó si no quería el de las tres leches (es que nadie se come un pastel de tres chocolates, por Dios) y terminamos convenciéndola. Aleluya, sí voy a comer un buen pastel y no uno de tres chocolates que me pondría en coma diabético!
Eeeeen fin. La boda era en un hotel y centro de eventos cerca de la finca. Era una boda por lo civil, supongo…nuestra familia es muy loca como para hacer una boda por la iglesia. Booooring. Además, es más lindo el panorama de un patio verde con flores y sillas adornadas en vez de una iglesia con banquitos incómodos.
Bueno, solo si no está haciendo frío. Todo estaba muy lindo y eso, pero que condenado frío! Todos tiritábamos mientras esperábamos a la novia, que venía con un poco de retraso. Queríamos que llegara rápido porque el frío nos estaba consumiendo. Hasta Ellie, que era la que tiraba los pétalos de flores, se cansó de esperar y decidió arrojarlas de una vez, pues como para subir un poco el ánimo. Conmigo funcionó, porque ya dije que me vuelvo tarupida con los bebés. ![]() |
| ¿Verdad que es una hermosura? Siiiií |
La novia llegó y la ceremonia se realizó. Fue una boda Judía porque la novia es Judía (duh), y hablaron en Hebreo… se vio pro. Por alguna razón mis hermanos querían hacerse en la primera fila, según ellos que dizque porque no podían ver nada…y ver qué? Es una boda no una obra de teatro (palabras de mi madre), pero yo creo que se querían hacer adelante para poder joder la vida. No los dejaron… haha.
La ceremonia fue corta y ahora venía la…hora de comer! Yeyyyy
Me costó años darme cuenta de que lo más rico que hay en el mundo es comer y dormir.
Nos dirigimos al salón donde nos servirían (lejos del viento, aleluya) y donde los novios darían unas palabras, para luego poner la deliciosa música de rumba que oigo en las fiestas desde que era pequeña. Si algo sabemos hacer, es poner buena música y bailarla como se debe. No hay nada como nuestra salsa y merengue.
Las mesas estaban organizadas. Yo me tenía que sentar en la misma mesa que mi mamá, Andrea y Keith (esposo de Andrea), Claudia (otra prima segunda) y Hernán (esposo de Claudia) y mis hermanos.
En otras palabras, la mesa cool.
Mi mamá es joven y sus primos también entonces no es que hubiera estado con vejetes. Todos los puestos traían un recuerdo de la boda que, como dice mi primo, estaban del putas:
![]() |
| ¡¡¡A que está lo máximo!!! |
El pastel de la boda también fue re-loco. Todo era muy del estilo de mi primo, que es como muy loco. Como todos los de la familia, somos una familia de freaks y no podría estar más orgullosa de eso.
La comida estaba deliciosa. Recibimos entradas (una salada y otra dulce), plato principal y postre. Todo muy fino y dedi-parado, como me gustan las comidas. Enserio, cada vez que me toca ponerme una servilleta de tela en las piernas me siento sofisticada.
Después de comer y brindar, es la hora de bailar!
Aquí es cuando me pongo a observar a todo el mundo y veo cosas que me hacen orinar de la risa. Yo no me puedo dar el lujo de ponerme a bailar con lo fácil que me hincho, así que me conformé con verlos a todos y reírme de las observaciones que mi mamá me decía y de las que yo solita me daba cuenta.
Primero, los novios bailando juntos en su primer baile como pareja. Cuando la novia se da cuenta de que su esposo no es que sea reconocido por bailar y dice “oh, oh”. Es muy importante que tu pareja sepa bailar, y si no sabe, que te deje bailar con otras personas coño!
Luego viene el papá de mi primo, que es todo un chiste, con su protuberante barriga que le da un aspecto tierno. Un osito cariñosito sarcástico e irónico. Ese es mi tío Jaime. Mi tío Jaime SABE bailar, de hecho mi mamá dice que no sabe porque mis primos y mis tíos no bailan si el resto de los hombres de la familia sí saben bailar. Ve tú a saber.
Ver a mi tío bailar con su barriga ecológica y el chaleco que casi no cierra es chistoso. Pero mi abuelo lo supera. Mi mamá sale a bailar con mi abuelo y…yo no sé, el como que se emociona porque empieza a hacer unos pasos súper raros que no sé como describir.
No estoy diciendo que no sabe bailar, porque sí sabe…pero es que ush, eso que hizo…no, olvídenlo. Es muy difícil de explicar, hubieran tenido que estar ahí.
También está mi prima Claudia, que se las baila todas. Tiene ese sabor caleño en la sangre que la hace bailar como los dioses.
Qué envidia ¬¬
Mi primo Santiago (el hermano de Juan, el que se casa) la saca a bailar. Santiago baila bien para ser rolo (odio ese término: rolo…pero de qué otra forma lo digo?) pero si se pone a bailar al lado de alguien que baila como Claudia, pues puedes notar la diferencia.
Puedo ver, también, a la típica madre que saca a su hijo a bailar. No sabría decirles quiénes eran porque son familia de la novia. Pero les puedo decir que es la típica, cómica escena en la que el hijo sale arrastrado a la pista por la mamá y lo pone a bailar. Mientras el mira para otro lado, sin tener idea de lo que está haciendo o por qué lo está haciendo, la mamá…lean bien: canta la canción mientras baila con el hijo.
Libérenme!
…hubiera gritado yo si estuviera en su lugar…
Ah claro, también está la cantante de la boda. O mejor dicho la estriptisera cantante de la boda. Que panorama tan poco agradable. Y todos están de acuerdo conmigo. Era una señora como de treinta y tantos con un vestido negro pegado que le llegaba hasta la cintura, qué digo cintura! Prácticamente le llegaba hasta el cuello, y era gorda. Era gorda!
No tengo nada en contra de los vestidos gordos…perdón, cortos; y tampoco tengo nada contra los gordos.
Pero es incómodo una gorda en una culi falda. Que vergüenza Jesús, además estábamos en una boda. Osease, algo de decencia.
Después de varias canciones y copas… Yo no. Ni más faltaba pues! Ni que mi mamá fuera irresponsable!
*mira alrededor con ojos sospechosos*
…nos dijeron que el festín continuaría en la finca de mis tíos, así que fuimos al otro hotel para cambiarnos a una ropa más cómoda y después fuimos para allá. Había pelucas de colores fosforescentes, gafas psicodélicas, antifaces, sombreros voltiaos’ de cartón y pitos. Todos nos veíamos ridículos pero nos valía tres pepinos. Lo único que importaba era pasarla rico y bailar. Comer y bailar. Tomar y bailar.
En esta parte de la fiesta ya no estábamos con la extravagante cantante del hotel (alabado sea el señor) y ahora nuestro cantante era Hernán, el esposo de Claudia. Es un músico…y pues si Claudia baila como diosa Hernán canta como uno. Esa noche estaba mejor que nunca, debo decir. Cantó de todo y se oyó perfecto. Al principio de la noche oímos salsa y merengue.
Después de un rato mi mamá me dio un block de hojas de origami y me dijo que le escribiera lo que quisiera a los novios…
…HUH?!
¡Eso no era parte del trato! Ahora qué les escribo que no les vaya a escribir todo el mundo??? Digo, yo sé que soy muy buena escribiendo pero esto ya es demasiado. No soy buena para las cartas sentimentales, lo único que se me ocurre decir en una carta es “gracias por ser tan especial” y “nunca cambies”, en el caso de una boda “espero que sean muy felices juntos”.
Cliché! Tan usado que se ve viejo!
Pero, qué carajos, les escribí eso y que no sabía que más escribir…porque es la mera verdad: Espero que sean muy felices juntos y no se me puede ocurrir nada más.
Obviamente no así de simple, le agregue un poco de mi toque personal. Ya saben, ese que hace que ustedes me lean y sigan el blog. El yo-no-se-que que me sale cada vez con más naturalidad. Pero no voy a publicar la carta aquí porque no era para ustedes así que confórmense con eso.
Me sentía como un hongo sin poder bailar, y aunque los pies me estaban matando del dolor me paré un momento a bailar con todos “La macarena”, “Mayonesa” y no me acuerdo qué más…creo que “La gallinita josefera”. Y cuando ya estaba bien entrada la noche, todo se sentaron un rato y empezaron a cantar plancha.
Ah…lo que son los viajes por carretera.
Lo triste es que era un viaje corto. Nos devolvimos al hotel como a las 12 y quedamos profundos. Al día siguiente nos tendríamos que devolver.
L
PERO: Todavía faltaba partirle el pastel a mi hermana y darle sus regalos, y queríamos darle una vuelta al pueblo. Osease que el viaje no se terminaba hasta las 5 de la tarde! Quedaban horas antes de volver al carro para regresar a Bogotá.
Le cantamos el jappy B-Day to yu! A mi hermana y le dieron los regalos.
¿Qué le dieron?
Pues como siempre, mi hermana muy femenina (se entiende el sarcasmo?) pidió una patineta de esas de dos ruedas como la que tiene mi hermano. Que sólo Mandraque puede manejar. Y también le dieron unos patines…ella es muy niña, no me la molesten.
![]() |
| Villa de Leyva. Muy colonial, muy bonito. |
Partimos el pastel y salimos al pueblo. Es un pueblo muy bonito, colonial. Compramos un montón de maricaditas…porque es lo que se va uno a comprar en el pueblo no? Yo salí con un anillo de esos que cambian de color con el calor de tu cuerpo, un cuadro para mi escritorio que dice “No me siga, también estoy perdido” una bomba que viene rellena de arcilla para hacerle caras chistosas…y pues ya porque pa’ que más maricaditas…
![]() |
| Maricaditas, maricaditas...compremos maricaditas! |
Después de caminar un buen rato y ver varias cositas más en las tiendas (como una camiseta de “Homero Valdéz” épica)
nos fuimos a almorzar cada uno en un distinto restaurante del pueblo. Quiero decir, hay varios restaurantes en una plaza y puedes sentarte en una de las mesas de afuera, cada uno pide lo que quiera de donde quiera. Como una plaza de comidas de centro comercial pero más rústico y admirable.
Ahora sí, el viaje se va acabando y tenemos que volver a Bogotá. Con muchas cosas que contar. Debo decir que me encanta mi familia, y esta entrada fue hecha para que ellos la lean, tanto los que fueron a la boda como los que no. Voy a ponerme sentimental por un rato y les voy a dar las gracias por invitarme a la boda y pues me pareció muy rico verlos a todos después de tanto tiempo. Ya veo yo de donde saqué tanta locura de personalidad y tanta pasión por las cosas raras, como las hadas.
Sí creo en las hadas, y qué?!
Antes de acabar, también quiero dar gracias a todos los que, de alguna manera, hicieron esta entrada posible:
Jessica, por haberme dicho que escribo muy bien.
Juan, por decirme que el blog está muy bueno.
Mi mamita querida, por darme todos los apuntes sarcásticos mientras bailaban en la pista.
Ellie, por haber esparcido los pétalos antes de tiempo.
Y todos los que me contaron historias del pasado de la familia, que me hicieron reír montones.
Y yo sé que la entrada está larga pero son muchas cosas que contar, y eso que se los resumí…
Ahora sí, la carita triste porque ya se acabó:
Danimi.











































